Pintura abstracta con formas de un rostro humano y detalles en colores cálidos y fríos.

Selección

Del retrato me atrae la necesaria proximidad al sujeto, la intimidad en el acto de observar, lo vulnerable que es ser observada de vuelta. Por ello pinto lo que me es familiar: mi trabajo es profundamente autobiográfico.

Pienso en la práctica pictórica como cartas, a veces de amor (de alguna forma siempre son de amor), a veces de despedida. En el acto de escribir una carta una siempre está hablando de sí misma, de igual manera pintar es mi forma de permanecer en todo lo que amo.